Puntos a considerar:
- La osteoporosis es una afección que debilita los huesos, reduce la calidad de vida y aumenta el riesgo de muerte prematura.
- Es probable que la corrección de una deficiencia de vitamina D mejore la densidad mineral ósea y reduzca el riesgo de osteoporosis y las caídas asociadas.
- Mantener un nivel normal de testosterona puede mejorar la efectividad de los suplementos de vitamina D, pero se necesitan más pruebas.
¿Cuál es la relación entre vitamina D y osteoporosis?
La vitamina D es una hormona que ayuda a controlar la cantidad de calcio y fosfato en la sangre. A diferencia de la mayoría de los nutrientes, la vitamina D se sintetiza principalmente en las células de la piel al exponerse a la radiación UV del sol. Los alimentos también son una fuente de vitamina D, pero no especialmente buena: si uno depende sólo de ellos, corre el riesgo de sufrir una carencia.
Además de su importante función en la inmunidad, quizás escuches que la vitamina D ayuda a "mantener los huesos sanos". Esto es cierto: la forma activa de la vitamina D es necesaria para absorber el calcio de la alimentación desde el intestino delgado y facilitar su absorción por los huesos. Por este motivo, la vitamina D está estrechamente relacionada con la prevención y el tratamiento de la osteoporosis, una enfermedad mundial caracterizada por una baja densidad y masa mineral ósea, lo que te predispone a las fracturas óseas, incluso por impactos leves.
¿Qué es un nivel normal de vitamina D?
Existe cierto debate sobre qué define un nivel normal de vitamina D. Según una declaración reciente de The Journal of Bone Metabolism y los resúmenes clínicos del National Institute for Health and Care Excellence, se considera que hay suficiente vitamina D cuando la medición de 25(OH)D (una forma de vitamina D en sangre) es igual o superior a 20 ng/mL (50 nmol/L).1,2 La insuficiencia o deficiencia de vitamina D se produce cuando la concentración de 25(OH)D es inferior a 20 ng/mL (50 nmol/L).
¿La vitamina D previene o trata la osteoporosis?
Las investigaciones sobre la vitamina D y la osteoporosis (o los marcadores de la salud ósea) son contradictorias. Por un lado, dado que la mayoría de las personas no tienen carencia de vitamina D, es poco probable que la persona media se beneficie de aumentar aún más sus niveles de vitamina D. Un amplio análisis basado en 81 estudios de alta calidad halló pruebas confiables de que la suplementación simple con vitamina D no reduce las fracturas de cadera, por ejemplo.3 Otros estudios que hicieron que los adultos mayores tomaran suplementos de vitamina D durante varios años hallaron de manera similar que, a pesar de aumentar la cantidad de vitamina D en la sangre, no hubo una mejoría clara en la densidad mineral ósea.4,5
Sin embargo, como ocurre con todos los nutrientes, la vitamina D funciona dentro de ciertos márgenes. Tanto los niveles bajos ("deficiencia") como los altos ("toxicidad") suelen provocar problemas de salud, mientras que entre ambos existe un intervalo saludable de vitamina D que todo el mundo debería tratar de alcanzar. Por lo tanto, si alguien ya se encuentra dentro del "rango saludable" para empezar, no hay margen para beneficios adicionales. El beneficio potencial de la vitamina D sólo se aplica a quienes alcanzan niveles saludables a partir de un estado de deficiencia o toxicidad.
La administración de suplementos de vitamina D en pacientes clínicamente deficientes no mejora necesariamente los criterios de valoración de la osteoporosis, pero el grueso de las pruebas sugiere que sí lo hace.6 Por ejemplo, en análisis secundarios de un par de ensayos que no reportaron beneficios o suplementación con vitamina D, se observaron beneficios para la densidad mineral ósea en el grupo selecto de participantes que corrigieron su vitamina D (<30 ng/mL) mediante suplementación.7 Otro gran análisis de ensayos bien controlados también reportó la posibilidad de que la suplementación con vitamina D de 800 UI/día (20 μg/día) mejore la densidad mineral ósea en adultos mayores que tienen una 25(OH)D sérica inferior a 20 ng/mL.8
¿Influyen los niveles de testosterona en la eficacia de la vitamina D en pacientes con osteoporosis?
Los investigadores han sugerido que mantener unos niveles óptimos de testosterona es esencial para prevenir la osteoporosis y sus complicaciones en los hombres de edad avanzada.9 Las pruebas convergentes sugieren que el tratamiento de reemplazo de testosterona (TRT) podría mantener o mejorar la densidad mineral ósea entre los hombres hipogonadales.10,11
Curiosamente, algunas pruebas también sugieren que es más probable que los suplementos de vitamina D beneficien a un paciente con osteoporosis si tiene niveles más altos de testosterona. Esto no es de ningún modo concluyente, pero es plausible. Algunos científicos han propuesto que la testosterona interviene en la respuesta biológica a la vitamina D en los órganos clásicos, como el intestino y el hueso, y esta observación puede explicar en parte la patogénesis de la osteoporosis en los hombres hipogonadales.12,13
En un estudio de 199 hombres mayores y 246 mujeres (de 65 años o más), se evaluó el riesgo de caídas de los participantes en los 3 años posteriores a una evaluación hormonal.14 Los resultados fueron que los niveles más altos de testosterona predecían un riesgo de caídas de más del 60% menor en ambos sexos. En las personas con los niveles más altos de testosterona que además tomaban suplementos de vitamina D y calcio, la reducción de las caídas aumentaba entre un 6 y un 19%. Y en comparación con los adultos con los niveles de testosterona más bajos, los que tenían los niveles de testosterona más altos y además tomaban suplementos de vitamina D y calcio sufrían aproximadamente un 85% menos de caídas.
Se necesitan más pruebas para explorar si la relación entre la vitamina D y la osteoporosis está mediada por los niveles de testosterona. De ser así, se reforzaría la postura de que todos los pacientes con osteoporosis (o en riesgo de padecerla) deberían recibir tratamiento para las deficiencias de vitamina D y testosterona.
Referencias
- Han A et al. J Bone Metab 2022;29(4): 205–215.
- https://cks.nice.org.uk/topics/vitamin-d-deficiency-in-adults/.
- Bolland MJ et al. Lancet Diabetes Endocrinol 2018;6(11):847-858.
- Burt LA et al. JAMA 2019; 322(8): 736–745.
- Leboff MF. J Bone Miner Res 2020; 35(5): 883–893.
- Isaks GJ. BMC Musculoskelet Disord 2007; 8: 26.
- Macdonald HM et al. J Bone Miner Res 2018;33(8):1464-1469.
- Reid IR et al. Lancet 2014; 11;383(9912):146-55.
- Mohamad N et al. Clin Interv Aging 2016;22;11:1317-1324.
- Shigehara K et al. Aging Male 2017;20(3):139-145.
- Colleluori G et al. J Clin Endocrinol Metab 2021;106(8):e3058-e3068.
- Otremski I et al. Calcif Tissue Int 1997;60(5):485-7.
- Golds G et al. Int J Endocrinol 2017;2017:4602129.
- Bischoff-Ferrari HA et al. Osteoporos Int 2008;19(9):1307-14.